Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Reyes 3, 9-18

9 Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu
pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será
capaz de
juzgar a este pueblo tuyo tan grande?»

10 Plugo a los ojos del Señor esta súplica de Salomón,

11 y le dijo Dios: «Porque has pedido esto y, en vez de pedir para ti
larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido discernimiento
para saber juzgar,

12 cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo
hubo antes de ti ni lo habrá después.

13 También te concedo lo que no has pedido, riquezas y gloria, como
no tuvo nadie entre los reyes.

14 Si andas por mis caminos, guardando mis preceptos y mis
mandamientos, como anduvo David tu padre, yo prolongaré tus días.»


15 Se despertó Salomón y era un sueño. Entró en Jerusalén y se puso
delante del arca de la alianza del Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de
comunión y dio un banquete a todos sus servidores.

16 Vinieron por entonces al rey dos prostitutas y se presentaron ante

él.

17 Una de las mujeres dijo: «Oyeme, mi señor. Yo y esta mujer

vivíamos en una misma casa, y yo he dado a luz, estando ella conmigo en la
casa.

18 A los tres días de mi alumbramiento, también dio a luz esta mujer;
estábamos juntas, no había ningún extraño con nosotras en la casa, fuera de
nosotras dos.